Seguro que todos habéis probado las tapas.

 Antes de venir a España habéis oído hablar de esa deliciosa porción de comida que acompaña a esa caña🍺 o vino🍷 que nos tomamos de aperitivo.

A los españoles nos encantan. Nos gustan tanto que somos capaces de dejar de ir a un bar, por muy bien que tiren las cañas, si no van acompañadas de una suculenta tapa.

 Ya no nos conformamos con unas aceitunas o patatas, queremos algo caliente y , a ser posible, más sofisticado: la berenjena con queso de cabra y miel,¡ está de muerte…!

En todos los pueblos y ciudades de España, a  la hora del aperitivo,  nos damos una vuelta por las calles donde abundan estos bares. Allí quedamos con los amigos, o nos encontramos por casualidad con algún conocido  ya que es el momento y el lugar de reunirse, hablar y reírse .

No debemos confundir las tapas con las raciones. Algunos quieren que las tapas sean muy abundantes. Así ya van “comidos “ a casa. ¡Qué “pillines”! 😉

Pero la tapa no es un sustituto de la comida, es el acompañamiento de una buena caña o un buen vino.

¿Cuál es el origen de las tapas?

Hay muchas teoría, algunas  remontan su origen hasta los Reyes Católicos. La más extendida cuenta que se llamaba tapa a una loncha de queso, jamón u otro embutido que tapaba la jarra de vino en las tabernas para que no entraran  moscas o suciedad.

Los taberneros empezaron a ofrecer algo sólido , una pequeña porción de comida, una tapa. Así “tapaban” los efectos que el alcohol producía en las personas que llevaban un tiempo arrimadas a la barra.

¡Imaginaos como acabarían después de varias jarras de vino sin probar bocado…!🙃

www.academiasilabas.com